Gabinete de Curiosidades Científicas del Museo de Mar de Galicia

Los gabinetes de curiosidades científicas nacieron en el siglo diecisiete para mostrar todas aquellas rarezas y maravillas de la naturaleza procedentes de las expediciones que iban descubriendo el mundo.

El Museo do Mar de Galicia quería crear un espacio que conectase con esa tradición desde un punto de vista contemporáneo. La idea era establecer un espacio permanente dentro del museo, en una sala de algo más de cuarenta metros cuadrados, que mostrase los resultados de las expediciones científicas de este siglo, que ya no tienen como objetivo la superficie terrestre sino los fondos marinos. Un techo de un azul oscuro espejo y las paredes de paneles de metacrilato retro-iluminado incidín en la idea de introducirnos en un espacio oculto a la vista del hombre, un hábitat en el que la luz apenas dificultades para introducirse.

Las piezas artísticas, de esta vez, serían peces, esponjas, estrellas de mar, etc, metidas en tarros de cristal. Los paños de metacrilato se engarzaron dejando hendiduras para encajar las baldas de vidrio que soportarían los tarros; esto nos permitía flexibilidad a la hora de colocarlos. La intervención gráfica estaba condicionada por el metacrilato y la iluminación; el diseñador Antonio Doñate optó por una imagen que conectase con la del Museo do Mar al tratarse de una intervención permanente; una gota de agua turquesa que juega con fondos de tono vengué. La transposición en el siglo veintiuno de aquellos primeros y barrocos gabinetes de curiosidades del diecisiete.

El diseño del espacio es obra de MAM Arquitectos.